Si estás pensando en una escapada a Asturias y buscas una actividad que combine naturaleza, aventura y diversión, el descenso del Sella es una de las experiencias que no puedes perderte. Este emblemático recorrido en canoa por el río Sella, entre Arriondas y Ribadesella, se ha convertido en una de las actividades más populares del norte de España, y no es para menos: el entorno es espectacular, la actividad es apta para casi todos los públicos y la experiencia, inolvidable.
Ahora bien, aunque no requiere experiencia previa, es importante ir preparado para sacarle el máximo partido a la jornada. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para disfrutar al cien por cien de esta aventura fluvial.
Elige bien el momento
El descenso se puede hacer prácticamente durante todo el año, aunque los meses de verano concentran la mayor parte de los visitantes. Julio y agosto son los más concurridos, sobre todo en torno al primer sábado de agosto, cuando se celebra el famoso Descenso Internacional del Sella, una cita multitudinaria que mezcla deporte, tradición y fiesta.
Si prefieres disfrutar del río con más tranquilidad, lo ideal es planear la actividad entre mayo y junio o a principios de septiembre, cuando el clima sigue siendo agradable y hay menos afluencia de gente.
Reserva con antelación
En temporada alta, lo mejor es no dejarlo para el último momento. Hay muchas empresas que ofrecen el servicio, pero las plazas pueden agotarse rápidamente, sobre todo si vais en grupo o en fin de semana. Al hacer la reserva, asegúrate de que la empresa incluya el equipo necesario (canoa, pala, chaleco salvavidas, recipiente estanco), el seguro y el transporte de vuelta.
Muchas también ofrecen un picnic o una pequeña comida que puedes llevar en la canoa, algo muy recomendable si piensas hacer el recorrido completo.
¿Qué llevar el día del descenso?
Aunque te lo pasarás gran parte del tiempo dentro de la canoa (y a veces en el agua), no hace falta ir cargado. Lo más importante es llevar ropa cómoda, que se pueda mojar, y calzado que no resbale y se sujete bien al pie, como sandalias de río o zapatillas viejas. Evita chanclas abiertas, ya que es fácil perderlas en el agua.
Imprescindibles:
- Ropa de baño o ropa ligera que se seque rápido
- Crema solar resistente al agua
- Gorra o sombrero
- Gafas de sol con cinta para no perderlas
- Una muda seca para después
- Agua y algo de comida o snacks
- Toalla y chanclas para cambiarte al terminar
La mayoría de empresas te proporcionarán un bidón estanco para guardar tus cosas durante el trayecto, pero conviene llevar solo lo imprescindible. Si llevas el móvil, asegúrate de guardarlo en una funda impermeable.
Cuánto dura el descenso y cómo se organiza
El recorrido habitual es de unos 15 kilómetros, desde Arriondas hasta Llovio, y se puede completar en unas 3 a 4 horas remando tranquilamente, aunque muchas personas optan por hacer solo una parte. Las empresas suelen ofrecer varios puntos de recogida intermedios por si no te apetece hacerlo entero.
Durante el trayecto, puedes parar en las zonas habilitadas para descansar, bañarte o comer. El entorno es tan bonito que merece la pena tomárselo con calma y disfrutar del paisaje, así que no vayas con prisa.
En cuanto al ritmo, cada uno lo marca según su forma física y ganas. Si nunca has remado antes, no te preocupes: en la salida te darán una pequeña charla con las instrucciones básicas. A poco que os coordinéis, avanzaréis sin problema.
¿Es difícil o peligroso?
Una de las preguntas más comunes es si el descenso del Sella es apto para todo el mundo. La respuesta es sí, con matices. No es una actividad peligrosa si se hace con sentido común y siguiendo las indicaciones. El río tiene tramos tranquilos y algunos rápidos suaves, lo suficiente como para divertirse sin necesidad de ser un experto.
Es una experiencia ideal para familias con niños (a partir de unos cinco o seis años), grupos de amigos o parejas que quieran hacer algo diferente en plena naturaleza. Eso sí, es importante saber nadar y estar en unas condiciones físicas mínimas.
Disfruta del entorno, pero cuídalo
El Sella es uno de los ríos más bonitos de Asturias, y su entorno es un auténtico regalo. Por eso, es importante que quienes lo visitan lo hagan con responsabilidad. No dejes basura, no salgas de los puntos permitidos y respeta la flora y fauna del lugar.
Además, ten en cuenta que no estás solo en el río. Aunque es ancho y hay espacio para todos, conviene mantener la distancia con otras canoas y no obstaculizar el paso en las zonas más estrechas o rápidas.
Un plan completo en plena naturaleza
Lo bueno de esta actividad es que forma parte de un plan más amplio. Al terminar, puedes aprovechar para visitar Ribadesella, comer un buen cachopo o una mariscada junto al mar, o seguir explorando la zona oriental de Asturias. Si te interesa saber más sobre cómo hacer el descenso del Sella, muchas empresas ofrecen packs combinados con alojamiento o con otras actividades, como rutas a caballo, espeleología o senderismo por los Picos de Europa.
También puedes combinar la jornada con una noche romántica en una casa rural, un baño relajante en un spa o una cena en un restaurante con vistas. Asturias lo tiene todo para convertir tu escapada en un recuerdo imborrable.
Conclusión
Prepararse bien para el descenso del Sella es la clave para disfrutar al máximo de esta experiencia única en Asturias. No se trata solo de remar, sino de vivir una jornada divertida, activa y en contacto con un entorno natural privilegiado.
Ya sea en pareja, con amigos o en familia, esta actividad te regalará momentos de risa, aventura y desconexión. Y lo mejor de todo es que, con un poco de organización y actitud, es apta para casi todos. Así que ponte el chaleco, coge la pala y lánzate a descubrir el Sella a tu ritmo. ¡La experiencia merece la pena!